Los andares de Clara son pesados, no parece la esbelta mucha que conocimos hace unos días. A su lado, Alejandro camina con ella, hoy han decidido dar un largo paseo, en lugar de conducir hacia su incierto destino, hacia lo desconocido.
La pareja, cojida de la mano se dirige ahora hacia un entramado de túneles oscuros, húmedos y sombríos. El dolor de Clara se acrecienta en cada zancada. Un dolor punzante, desde el muslo hasta el extremo del dedo gordo del pie. A veces, llega a ser insufrible.
Una serie de criaturas verdes pueblan las oscuras cuevas en las que Alex y Clara caminan ahora. Llegan a su destino, una puerta cerrada, con un par de sillas ante ella. No hay nadie allí. Clara pica a la puerta.
Una voz seca le responde desde el interior:
- ¡Pase!
- Hola, Buenos..... Intenta decir Clara.
- ¿Nombre?
- Clara García Alonso, responde la asustada chica.
- Espere fuera hasta que le llamen.
Clara sale de la sala, nuevamente acompañada de Alex. Desde que le conoció, éste nunca le ha dejado enfrentarse sola a sus miedos. Se sientan ambos en la lúgubre antesala. En aquel entramado de túneles no hay más vida que la de ellos dos. Están abandonados.
De pronto, una voz resuena al fondo del túnel:
- Clara García Alonso.
La sobresaltada muchacha se dirige al fondo del túnel.
- Hola, buenos... Nuevamente es cortada por una voz femenina:
- Póngase allí, contra aquella pared.
Clara está más asustada que nunca, Suda en frío, tiembla de miedo, siente pánico. Alguien la empuja hacia el interior de una caja, un habitáculo más oscuro que el resto de la sala. Clara está incomoda, siente frío. Mucho frío. De pronto una máquina, fuera de la oscura caja, empieza a hacer ruido:
- Ya puede salir.
- Perdone, ¿qué me ocurre?, ¿Ha visto...? Clara es nuevamente interrumpida.
- Le informaremos en un par de días. Ya se puede ir
- Gracias, adios, dice Clara con sus ojos envueltos en lágrimas.
Clara abraza a Alejandro y ambos de dirigen a su casa. La chica quiere llorar, o gritar, no lo sabe seguro. Sus sentimientos están confusos. Salen del túnel y se dirigen a casa.
(15 días más tarde).
El cartero del pueblecito donde Clara y Alejandro viven llama a la puerta de casa:
- Buenos días, Roberto, ¿alguien además del banco me ha escrito?
- Clarita, que gusto verte, nunca te pillo en casa. Prefiero verte a ti una vez al mes que a Alex cada día. Alex y el cartero se ríen, Clara se sonroja y sonríe.
- ¡Eres un pelota, Rober!, dice Alejandro.
- Tengo una carta certificada para tí Clara, ¿serías tan amable de firmarme aquí para poder entregártela?
- Claro Roberto, aquí tienes. ¿te apetece tomar algo?
- No chicos, muchas gracias, pero aún me queda trabajo que hacer. Debo irme ya. Adios.
- Adios Roberto, se despide la pareja.
Clara y Alex se dirigen al salón de casa, y abren juntos la carta. Saben qué hay en ella, aunque no están seguros de querer leerlo.
Tras la lectura de la carta Clara esboza una sonrisa y apunta en su agenda una cita para el lunes.
P.S. Dedicado a cierta persona que hoy tiene que por primera vez visitar este "calvario".
AVISO PARA NAVEGANTES: Todo el contenido de este post es fruto de la imaginación de su autor, los datos en el expuestos no tienen por qué ser ciertos ni correctos. |
Vaya! Veo que retomaste la escritura con ganas...me alegro, me están gustando las historias, interesante saber de donde sacas la inspiración... :P
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado, Anónimo/a y espero poder seguir escribiendo por aquí más días y que tengas siempre algo ir leer en este pequeño hueco.
ResponderEliminarMi inspiración es traidora, llega cuando quiere ella, pero nunca cuando quiero yo.
Un abrazo
Hola Samu!!!
ResponderEliminarMe ha gustado un montón lo ultimo que has publicado en tu Blog. No sabía que hicieras estas cosas.
Es genial.
Un abrazo
Me gusta mucho XD. Parece que Clara y Alex van ser personajes habitual por aquí.
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Cristina:
ResponderEliminarNunca sé que va a pasar en la próxima cosa que publique en el blog. Veo que te has convertido en una lectora habitual, y eso me alegra mucho.
Antonio:
¿qué tal jefe? ¡Cuánto tiempo sin saber de ti! me alegro de leerte.
No es que la gente no lea tus reflexiones, es que a la gente no se le ocurren comentarios a la altura ;)
ResponderEliminarjajaja
Serás pelota jefe! No es para tanto, sólo es fruto de mi mente, y como casi todo lo que es fruto de ella nunca llegará a ser lo suficientemente bueno
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