viernes, 12 de marzo de 2010

Una semana de perros




Cómo lo odio. Fue la única vez que estuve de acuerdo con los pensamientos más oscuros y pesimistas de uno de mis mejores amigos. "La vida es una mierda"

Éste es mi pensamiento resúmen de esta semana, la cual después de todo acabó bien. Como bien se dice por ahí "bien está lo que bien acaba".

Todo empezó hace tan sólo 6 días. ¡Cuántas cosas he de hacer esta semana! Un lunes nuboso y frío en todos los sentidos de mi vida. Llegaste un poco tarde. Apenas si pude disfrutar de tu simple presencia, de tu tan valiosísima compañía. No puedo soportarlo. Cuanto menos te veo más ganas tengo de verte, tu simple presencia me calma y tranquiliza al tiempo que pacifica mis más odiosos defectos (que como todo ser humano tengo). Cualquier frase o palabra bastaba para que nos crispásemos o saltásemos cada uno hacia nuestro propio lado. Yo especialmente. A medida que veía que te ibas alejando me hacía más borde, más sarcástico y miserable. No me faltó ayuda por parte de los de siempre, a lo cuales quiero agradecer desde aquí todo lo que han hecho. Pero no servía de nada. Estoy enamorado, demasiado enamorado y no me importa gritarlo a los cuatro vientos. "Sin ti no soy nada. Mi vida carece de sentido sin tí".  El miércoles por la tarde y el jueves por la mañana fueron los peores días que he pasado en mucho tiempo. Íbamos cada vez peor, cayendo hacia un abismo del que ni siquiera sabía cómo iba a salir. Por fin el  jueves por la trade llegó mi salvación, todos los problemas se esfumaron, desaparecieron repentinamente. Por fin todo volvió a la normalidad, pero claro está que en todo esto tiene que haber una moraleja, pues al fin y al cabo nuestas vidas son fábulas y como tal necesitan una moraleja (o varias, las cuales ya conoces). ¿Cuál es la moraleja de tu vida?

Pensé encerrarme, desaparecer del mapa por un tiempo (aún no se por qué no lo hice), pero la cobardía y el miedo me lo impidieron. No fui capaz. Las lágrimas anegaban con frecuencia mis ojos mientras lo contaba, el sentimiento de culpa se comía todo mi ser, mi vida perdió su color y mi alma la característica ilusión de vivir. Sólo quería solucionar mis problemas, los cuales parecían haberse cebado sobre lo nuestro. Una niebla se extendía entre nosotros sin un simple rayo de luz que la disipase. Finalmente esa luz llegó, en la misma forma de siempre, tu forma. Tu forma tan especial de ser y estar y mis ganas de resolverlo todo se pusieron por fin de nuestra parte, los vientos eran favorables y el sol brilló de nuevo en mi interior, ese sol del cual tú eres responsable.

Por fin vuelvo a ser el mismo, tal y como si de un planeta en órbita se tratase, dejándo que mi vida gire en torno a la tuya. 

 Espero no volver a salirme de mi órbita habitual, pues no quiero provocar más sufrimiento y más molestias a quien me aprecia, a quien como tú me quiere, o a quien más quiero en esta vida (que todo el mundo sabe quién es).

Costó, pero al final fue posible. Gracias.

    

2 comentarios :

  1. Estas cosas pueden llegar a ser tan complicadas, Samu...

    Y me jode no saber cómo estás y no saber si poder hacer algo por ti.

    Te debo un café o dos.

    ResponderEliminar
  2. Vida, lo dicho, sabes de sobra lo que hay con respecto a mí, y donde estaré en momentos similares: a tu lado, siempre que tú me dejes. No me importa sufrir un poquito, la recompensa es verte al final rebosante de vida.

    La vida complica a veces las cosas, pero piensa que son solo pruebas, para hacernos apreciar las cosas hermosas que tenemos al lado. Tú tienes algo que muchos anhelan, y se que cuidarás de ello hasta la ultima gota de aliento que tengas. Eso os hace muy especiales a ambos, aún no sabeis cuanto os admiro a los dos, y cuanto os quiero =)

    Por eso, ante las tormentas, pon tu mejor cara de guerra y dí: yo conseguiré que el sol vuelva a salir.

    El texto...precioso =)
    Me has hecho llorar ^^

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...